martes, 6 de mayo de 2014

El pequeño Gorrión.

¿Se pueden ser tres cosas al mismo tiempo?
Hace no mucho tiempo, había un pequeño Gorrión. Y éste sí que las era.
Para empezar era, obviamente, un gorrión. Y como tal podía volar y vivir libremente moviéndose de un lado a otro, siendo inconstante como sólo un pájaro puede serlo.
Además, era Dorado. Esto puede sorprender, pero ¿Cómo no va a ser dorado un pequeño gorrión que poco hacía que había salido del huevo?
Pero más importante aún que su sorprendente y esperable color era el hecho de que era muy Testarudo.
Así que así era ese Gorrión, testarudo y dorado.

En el invierno más frío, nuestro pequeño Gorrión se quedó solo. Con la llegada de las bajas temperaturas decidió, debido a su inconstancia y testarudez, no viajar. Y en lugar de ello, eligió quedarse en un nido que encontró. "¡Bendito nido! Me da calor y comodidad como ninguno me ha dado antes" pensó. Pero sabía que quizás por la misma inconstancia que le llevó a pararse pronto se iría.

El tiempo pasaba, y el Gorrión estaba cada vez más cómodo. Y el nido se iba amoldando también a ese nuevo huésped. ¿Cómo no va a estar contento un nido de encontrar tan inesperado huésped, más aún en un infierno helado como fue ese enero? Así que juntos, Gorrión y Nido, fueron haciéndose el uno al otro.

Y llegó la primavera, y pasaban los meses, y llegó Abril y Mayo.
Y fue en ese Abril y en ese Mayo, más calurosos, cuando el Gorrión decidió salir a dar un paseo. Se fue, y no volvió hasta Junio. Pero no penséis que se quedó una vez volvió, ni creáis que se volvió a marchar. El Gorrión inconstante decidió que solo saldría para pasear. Ese nido era su hogar.

Así llegó nuestro Gorrión a Julio y Agosto, donde el calor del verano más caluroso (que año más loco) le hizo decidir quedarse en el nido.
¿Un gorrión en un nido en pleno verano? Ya os decía yo que era un gorrión muy testarudo.

Y así llegó Septiembre, y el Gorrión pensó "¡Vaya! Este nido es maravilloso. Parece que he encontrado una constante en mi vida". Y claro, en toda historia, al ser alguien feliz, algo malo tenía que pasar.
Y fue conforme entraba el otoño que el gorrión se dio cuenta de que es lo que podía ir mal.
Ya no pudo salir.

¡El nido! ¡No tiene puerta! "¿Nido?" Pensó su hogar. "No soy un nido, creo que te has confundido" y se cerró aún más.

¡Era una jaula!
Y el objetivo de una jaula (malvada jaula) no es otro que el de atrapar.
¿Cómo no va a querer atrapar una jaula a un gorrión, más a uno tan especial como uno dorado?
Así pasaban los días, juntos. El Gorrión sin poder volar, golpeando a la jaula. La jaula sin poder abrirse, sufriendo los golpes del Gorrión. Así sufrían los dos.
Con el tiempo el Gorrión, gracias a su testarudez, llegó a un trato con la jaula (maldita jaula). El gorrión saldría a pasear, pero siempre tendría una cadena puesta.
Así, consiguió salir, y pasado otro invierno más, recibió la visita de varios compañeros de su misma especie al volver a subir las temperaturas. Y fue feliz.



Pero no consiguió escapar. Cada vez que el Gorrión volaba y surcaba los cielos como antaño, como deseaba, tenía que volver. Y cada vez que lo hacía, mas se oscurecía su color.
Así, el Gorrión estaba dejando de ser Dorado. Pero no dejó de ser Testarudo.

Y después de muchos viajes saliendo de su jaula (amarga y dulce jaula), y gracias a su testarudez, y perdiendo su color dorado en el proceso, el Gorrión rompió su cadena.
Y se fue.
Y consiguió librarse de su jaula.
Y perdió también su nido.
Y su única constante, no por inconstante, sino por testarudo.

Y así, voló lejos una vez volvía el calor al campo. Y fue a recuperar su plumaje único y su felicidad.

Y así la jaula/nido se quedó sola y destrozada, con un agujero que el gorrión dejó al huir.
(Pobre jaula. ¿No habéis intentado pensar en cómo se sintió ella al ser abandonada después de darle cobijo, por muy cruel que fuera con el Gorrión??

Y aún no se han vuelto a encontrar, aunque ambos lo desean y temen.




(Sacad la moraleja que queráis, pues hay varias).